Servicio del Día del Señor del 18 de diciembre del 2022

(Juan 16:7-18)

Pastor Sung Hyun Kim

El Señor fue bastante considerado con los discípulos, aunque sabiendo sabía que tenía que ser crucificado al amanecer cuando amaneciera. El Señor sabía que sus discípulos se desalentarían cuando él tuviera que dejarlos los iba a dejar, por lo que los consoló desde antes. “Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad.” 

Finalmente, el Señor murió en la cruz, resucitó, ascendió al cielo y envió al Espíritu Santo como había prometido. Esta promesa no simplemente corresponde a los discípulos del pasado. Incluso ahora el Señor da el Espíritu Santo a quienes desean seguirle, ósea es decir, a sus discípulos. Por lo tanto, nosotros que estamos en el Señor no tenemos la necesidad de intentar tomar responsabilidad de nuestra vida. Esto es porque el Señor que estuvo en cuerpo con los discípulos ahora está con nosotros a través del Espíritu Santo y nos guía personalmente en la verdad 

Para ello, lo que el Espíritu Santo preparó primero es el Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento que fue escrito por la inspiración del Espíritu Santo, contiene la voluntad del Padre Dios que fue manifestada por el Hijo. El Espíritu Santo no sobrepasa esta palabra de la Biblia. El Señor habló del Espíritu Santo diciendo: “No hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere.” Algunas personas toman como fundamento las palabras del Señor que dicen: “Os hará saber las cosas que habrán de venir.”, para decir que ellos pueden adivinar el futuro. Sin embargo, estas palabras del Señor significan que nosotros a través del Espíritu Santo tenemos la visión de Dios para atravesar el pasado, presente y futuro.  

Aun así, existen algunos que dicen: “El Espíritu Santo me habla especialmente a mí”, ignorando la revelación de la Biblia y sosteniendo su propia revelación, hasta el punto de llegar a tomar esto como el ser llenos del Espíritu Santo. Entonces, ¿qué es la verdadera llenura del Espíritu Santo? Cuando verdaderamente somos llenos del Espíritu Santo, ¿no deberíamos recibir la guía de Dios cuando Dios nos conmueve a través de la palabra en la Biblia? ¿No deberíamos tener un corazón abierto para recibir activamente la palabra de Dios? Así es. ¡Un corazón de obediencia! Este es el requisito necesario para ser llenos del Espíritu Santo. 

Cuando muchas personas hablan sobre la ‘guía del Espíritu Santo’ solo piensan en la relación uno a uno del Espíritu Santo y con ellos. Obviamente el Espíritu Santo mora en cada persona. Sin embargo, no debemos olvidar que el Espíritu Santo al sostener su deber de llevar la palabra de Jesús lo hace a través de la iglesia. Según las palabras del Señor, “Él tomará de lo mío, y os lo hará saber.”, el Espíritu Santo transmite la revelación de Jesús en la iglesia y con ella guía la iglesia. Por lo tanto, ahora debemos aceptar que la prédica de la iglesia es la voz del Espíritu Santo que nos da la revelación y nos guía a través de ella. Ya no debemos seguir menospreciando la guía del Espíritu Santo diciendo: “Yo no escucho las palabras de hombres.” Cuando nos esforzamos para vencer este tipo de tentaciones, pruebas y acciones pecaminosas, el Espíritu Santo también nos ayudará y transformará en seres aún más completos.